martes, 29 de enero de 2013

Un mano a mano por fandangos


Eran principios de los años 70...
Después de una turné por Austria, Inglaterra y Alemania con un espectáculo ( y menudo espectáculo) y un elenco de artistas tales como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Adela la del Chaqueta, Mariquilla, Los Bolecos ( Matilde Coral, Rafael el Negro, Farruco y yo que era el guitarrista).
Pues, con Los Bolecos aterricé en Los Canasteros, uno de los tablaos con más solera en Madrid regentado por Manolo Caracol.

El Tablao LOS CANASTEROS  "Teatro Real de los Gitanos"

Una noche, después de la función, quedando muy pocos clientes ya en el tablao apareció por allí Camarón, -el cual ya tenía una gran entidad entre los flamencos- Caracol lo recibió con los brazos abiertos y se lo llevó arriba al escenario, se sentaron  en el suelo al filo, con los pies colgando y aquello empezó. (se hizo un silencio en el cual se podía oir el fluir de la sangre por las venas).
Casi todos éramos flamencos y sabíamos lo que allí, en ese momento podía pasar...y pasó, lo que algunos llamamos duende, llegó lo que todos esperamos que algún día pase...y pasó.

Camarón y Caracol

"Un mano a mano por fandangos", como se suele decir a palo seco; sin guitarra, Caracol con esa maestría, esa flamencura, esa pureza...la satisfacción y el deleite de estar allí, en el sitio y en el momento justo, no se oía ni una mosca, de vez en cuando se oía un ¡ole! pero esos oles que salen del alma. Y llegó, le tocó el turno a Camarón... ( y aquí pongo puntos suspensivos que más bien podrían ser lágrimas) aquello fue grandioso; sublime, allí ya todos con el corazón que se nos salía, ese instante inenarrable; no se puede explicar con palabras; ¡acabó con el cuadro! sólo fueron dos fandangos, pero allí ya no se podía cantar más.




(Mis vivencias, Rafael Mendiola)


5 comentarios:

  1. Es un placer para mí haberme registrado y poder comentar y contactar contigo de las cosas que tanto nos gustan Rafael. Un verdadero gustazo tuvo que ser esa noche que has narrado, yo quiero recordar (y algun trozo de película hay sobre ello), el día del bautizo de mi hija Luz en el local de la asociación en la calle Castellar cuando tuve el gusto de cantar un poquito contigo a la guitarra. Aquella media granaína para mí fue un verdadero orgasmo flamenco. Un saludo y seguiré comentando todo lo que pueda.

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  2. Paco, me ha alegrado mucho el "verte" por aquí. Cuando dices contactar, me gustaría que fuese más real; con una copa por delante y hablar sobre lo que dices que nos gusta, el flamenco. Gracias

    Sastipen ta li

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  3. Mendi, me encanta tu blogspot! Cuenta más historias como esta o como quieras tú quieras, pero escribe, que tú tienes muchas cosas que contar del flamenco.

    Venga, a seguir dándole a las teclas. Un abrazo.

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  4. Eso tuvo que ser toda una experiencia, o mejor dicho una vivencia irrepetible, paras poder contar a la afición o a tus amigos, como los que te seguimos en este blog. Un saludo y enhorabuena por el estilo.

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  5. Ese momento fue como uno de muchos, lo que pasa es que cuando estamos dentro del círculo no nos damos cuenta de lo que pasa fuera. Con los años te das cuenta del valor que tienen esas vivencias irrepetibles, como bien dices.

    Gracias José Luís por tu comentario.

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