Quiero insertar en mi blog este ensayo
para que no se pierda y más que nada, para hacerle un homenaje a mi hermano.
Que aunque se fue, aún sigue con nosotros.
Si tienes
paciencia y tiempo libre…
Algunas observaciones sobre la cultura y la
efectividad gitana
Aclaración:
Este ensayo sobre
la cultura gitana es un compendio de varias observaciones apuntadas hace mucho
tiempo en un viejo y ya mugroso
cuaderno, basadas en mis propias experiencias y conocimientos personales que se
limitan a los gitanos andaluces y muy especialmente a los sedentarios. En
ninguna forma pretendo extender estas opiniones a la cultura gitana de otras
regiones o países, aunque firmemente creo que los principios que aquí expongo
pueden aplicarse a todos los gitanos, no importa de donde procedan, con algunas
modificaciones lógicas.
Alguien me señaló
que algunos términos que uso, tales como cultura circular y cultura lineal,
tienen raíces antropológicas. No quisiera meterme en un campo en el cual no
tengo ni idea, ya que mis conocimientos antropológicos son muy limitados.
Cuando usé estos
términos por primera vez, o no sabía o no me acordaba que los antropólogos
sustituyen mi circular por colectivista y mi lineal por individualista.
Sin embargo,
estos términos antropológicos son un tanto antiguo y a veces también se usan
para indicar culturas o sociedades socialistas o capitalistas. Para evitar
connotaciones
políticas he preferido continuar usando mis propios términos, aparte de que me suenan más simples y menos gachó.
Y siguiendo con este pensamiento de simplicidad, no he corregido los apuntes originales, aunque sí he añadido algunas cosas. Muchos de estos apuntes ya los he usado en otras ocasiones, incluyendo algunas de las conferencias que he dado en universidades y otras instituciones en California.
políticas he preferido continuar usando mis propios términos, aparte de que me suenan más simples y menos gachó.
Y siguiendo con este pensamiento de simplicidad, no he corregido los apuntes originales, aunque sí he añadido algunas cosas. Muchos de estos apuntes ya los he usado en otras ocasiones, incluyendo algunas de las conferencias que he dado en universidades y otras instituciones en California.
En lo posible, o
quizás porque no sé hacerlo de otra forma, he usado un lenguaje simple y al
grano, evitando palabras esotéricas o técnicas excepto cuando eran
estrictamente necesarias.
La cultura gitana
La gitanidad es un
calidoscopio social tan maravilloso como mágico donde encontramos sanas
contradicciones psicológicas. Pero antes de descifrar en qué consisten estas
contradicciones o cuales son las virtudes y defectos de la Romipen o cultura
gitana, creo necesario explicar lo que entiendo por cultura.
De una forma simple, la defino como el conjunto de normas, costumbres y tradiciones seguidas por una colectividad o grupo social que han ido forjando, a través de generaciones, un carácter distintivo, una forma de ser que lo diferencia de otros grupos. Esta diferencia se demuestra en la forma de expresarse, en el idioma tanto como en las expresiones laborales, artísticas, espirituales o filosóficas.
El Hombre necesita la cultura porque es un ser gregario por naturaleza, un ser social, un animal político como diría Aristóteles y contrario a lo que dijo Thomas Hobbes. Necesita por tanto pertenecer a un grupo social estable donde se sienta cómodo y emocionalmente seguro.
De una forma simple, la defino como el conjunto de normas, costumbres y tradiciones seguidas por una colectividad o grupo social que han ido forjando, a través de generaciones, un carácter distintivo, una forma de ser que lo diferencia de otros grupos. Esta diferencia se demuestra en la forma de expresarse, en el idioma tanto como en las expresiones laborales, artísticas, espirituales o filosóficas.
El Hombre necesita la cultura porque es un ser gregario por naturaleza, un ser social, un animal político como diría Aristóteles y contrario a lo que dijo Thomas Hobbes. Necesita por tanto pertenecer a un grupo social estable donde se sienta cómodo y emocionalmente seguro.
A medida que una cultura se va perdiendo o
empieza una erosión de sus cimientos, sus miembros empiezan también a
experimentar una serie de problemas físicos y psicológicos (como veremos más
tarde). Al igual ocurre con individuos que pertenecen a culturas pobres en
tradiciones y costumbres, o culturas que se van alejando de la definición dada
anteriormente.
Dentro de esa
definición, distingo dos clases de cultura:
Circular.- Se centra en sí misma, en las tradiciones y costumbres, donde la familia es piedra fundamental y donde la comunidad es más importante que el individuo.
Lineal.- Lo importante es el individuo, la independencia, el progreso económico, social y tecnológico. La comunidad queda relegada a segundo lugar y tanto la familia como la comunidad son importantes en cuanto a lo que puedan contribuir al éxito individual.
Circular.- Se centra en sí misma, en las tradiciones y costumbres, donde la familia es piedra fundamental y donde la comunidad es más importante que el individuo.
Lineal.- Lo importante es el individuo, la independencia, el progreso económico, social y tecnológico. La comunidad queda relegada a segundo lugar y tanto la familia como la comunidad son importantes en cuanto a lo que puedan contribuir al éxito individual.
Pero ésta es una
clasificación simplista. En realidad no existen culturas puramente lineales o
circulares. Todas son espirales de Arquímedes más o menos cerradas y de aperturas
más rápidas o lentas. Por ejemplo, la cultura gitana es una espiral tan cerrada
y lenta en su apertura que prácticamente se puede considerar como un círculo, y
por eso la llamo circular. Por el contrario hay otras que empiezan con una
espiral muy abierta y acelerada en su apertura hasta que terminan disparándose
en línea recta. Podemos dibujarla como un bastón tradicional donde el puño
sería el intento de espiral que pronto desaparece en un palo recto.
La cultura de
Estados Unidos es un ejemplo de cultura lineal, donde el amor filial existe en
un principio (puño del bastón) pero muy pronto los familiares empiezan a
despegarse y se van apartando en busca de su propia independencia e
individualismo (la vara del bastón).
No es raro en este tipo de culturas lineales encontrar a padres e hijos que solamente se ven una vez al año, parientes que no se conocen, etc.
Mientras que en la cultura gitana ocurre precisamente lo opuesto. El individuo vive y muere por su familia.
La familia es el fulcro y la palanca de la vida del gitano. Es el fulcro porque es el punto centro que le da equilibrio; es la palanca porque es la máquina que lo mueve, que lo motiva.
No es raro en este tipo de culturas lineales encontrar a padres e hijos que solamente se ven una vez al año, parientes que no se conocen, etc.
Mientras que en la cultura gitana ocurre precisamente lo opuesto. El individuo vive y muere por su familia.
La familia es el fulcro y la palanca de la vida del gitano. Es el fulcro porque es el punto centro que le da equilibrio; es la palanca porque es la máquina que lo mueve, que lo motiva.
Los miembros de una cultura circular,
como la gitana, se podrían representar como los radios de un círculo. Quizás no
sea tanta coincidencia, como puede ser magia, que la Romipen pueda
representarse por la imagen de la rueda de un carro. Después de todo, los
símbolos son parte de las culturas circulares. Esto lo aprendí de mi hermano algebráico
el doctor Paul Apodaca, indio navajo, que pertenece a una cultura tan rica en
símbolos que hasta forman parte de su sistema de salud física y espiritual.
Los símbolos también tienen su lugar en culturas lineales pero en menos calidad y duración.
Los símbolos también tienen su lugar en culturas lineales pero en menos calidad y duración.
Por ejemplo,
-aunque la analogía sea un tanto simple y superficial- puedo asegurar que las
imágenes de una cultura milenaria, la imagen de una Giralda, una estampa del
rocío, etc., producen efectos muchos más profundos en una cultura circular como
la andaluza que las imágenes de una ciudad o de un Elvis Presley puede producir
en una cultura lineal como la de los Estados Unidos.
Todo es relativo, y es cierto que el soldado norteamericano que recibía una foto de Marilyn Monroe durante la segunda guerra mundial, sentía las emociones propias de su tierra. La imagen de un MacDonalds o de un famoso jugador de baseball puede provocar recuerdos muy queridos de la patria. No hay duda que las emociones son fuertes.
Pero incluso considerando esa relatividad, no creo que pueden ni siquiera empezar a compararse con las emociones de un emigrante andaluz que lleva varios años sin ver a su pueblo y le mandan una estampa del Rocío o una foto de la feria.
Esto se extiende a otras particularidades como por ejemplo las connotaciones de ciertas palabras. Por ejemplo, la palabra friend en inglés, literalmente se traduce como amigo en español. Pero puedo opinar, porque conozco bien las dos lenguas, que los significados son muy diferentes. A friend en Estados Unidos, y debido a la movilidad dinámica y sobre todo a la superficialidad de las relaciones en esta cultura, dura menos que una saliva en una plancha. La palabra friend está más cerca en significado a lo que nosotros entendemos como conocido, que la traducción literal de amigo.
En nuestra cultura, por el contrario, un amigo es por lo general alguien a quien conocemos bastante bien, por muchos años, y a quien apreciamos hasta el punto en que en algunos casos lo consideramos como un hermano. Naturalmente que hay excepciones. Pero en general, los sentimientos son más profundos, y por eso repercuten hasta en la forma de expresión, en culturas circulares que en las lineales.
La explicación, muy mía y muy personal, la encuentro en la diferencia en sustancia (o si se prefiere, calidad) entre las dos culturas.
Todo es relativo, y es cierto que el soldado norteamericano que recibía una foto de Marilyn Monroe durante la segunda guerra mundial, sentía las emociones propias de su tierra. La imagen de un MacDonalds o de un famoso jugador de baseball puede provocar recuerdos muy queridos de la patria. No hay duda que las emociones son fuertes.
Pero incluso considerando esa relatividad, no creo que pueden ni siquiera empezar a compararse con las emociones de un emigrante andaluz que lleva varios años sin ver a su pueblo y le mandan una estampa del Rocío o una foto de la feria.
Esto se extiende a otras particularidades como por ejemplo las connotaciones de ciertas palabras. Por ejemplo, la palabra friend en inglés, literalmente se traduce como amigo en español. Pero puedo opinar, porque conozco bien las dos lenguas, que los significados son muy diferentes. A friend en Estados Unidos, y debido a la movilidad dinámica y sobre todo a la superficialidad de las relaciones en esta cultura, dura menos que una saliva en una plancha. La palabra friend está más cerca en significado a lo que nosotros entendemos como conocido, que la traducción literal de amigo.
En nuestra cultura, por el contrario, un amigo es por lo general alguien a quien conocemos bastante bien, por muchos años, y a quien apreciamos hasta el punto en que en algunos casos lo consideramos como un hermano. Naturalmente que hay excepciones. Pero en general, los sentimientos son más profundos, y por eso repercuten hasta en la forma de expresión, en culturas circulares que en las lineales.
La explicación, muy mía y muy personal, la encuentro en la diferencia en sustancia (o si se prefiere, calidad) entre las dos culturas.
Para entender a la cultura gitana tenemos que
comprender bien este concepto de circularidad y quizás así más tarde podremos
también apreciar mejor los problemas que el gitano tiene o puede tener cuando
intenta integrarse a otra cultura con filosofía y valores totalmente opuestos a
la suya.
Básicamente la
más importante diferencia entre una cultura circular y una lineal es en cómo
cada una de ellas trata con el yo y con el nosotros. Aunque como ya he dicho no
hay ninguna cultura puramente circular o lineal, y aunque en ambas culturas
existen trazos de colectivismo y de individualismo, es notable la diferencia en
valores entre las dos.
La cultura lineal pone el énfasis en los objetivos personales del individuo. En esta clase de cultura se anima a la competición, la agresividad, la independencia, el tomar riesgos, en el ganar por encima de todo. Las relaciones familiares son cordiales pero no más.
La cultura lineal pone el énfasis en los objetivos personales del individuo. En esta clase de cultura se anima a la competición, la agresividad, la independencia, el tomar riesgos, en el ganar por encima de todo. Las relaciones familiares son cordiales pero no más.
Todo esto tiene
una explicación: Si el individuo quiere tener éxito en la vida, no puede
conectarse demasiado con otros que puedan impedirles ese éxito al exigir
deberes y favores quizás en momentos inoportunos. Esto se aplica a la misma
familia.
No es raro ver
como individuos de esta cultura no tienen reparos en poner a sus padres o
abuelos en un asilo para que no los molesten ni les impidan cualquier clase de
progreso en sus carreras o profesiones. Prevalece el yo el egoísmo.
Las culturas circulares, por el contrario, favorecen los objetivos del grupo (o familia) sobre los del individuo. Prevalece el nosotros.
Las culturas circulares, por el contrario, favorecen los objetivos del grupo (o familia) sobre los del individuo. Prevalece el nosotros.
Este estado es
para mí más natural que el anterior. Creo que las sociedades primitivas, con
algunas raras excepciones, eran circulares. En ellas, la familia nuclear y la extendida
permanecen en contacto. Los niños crecen rodeados de toda clase de familiares
más que dispuestos a cuidarlos. Y ya se han hecho varios estudios sicológicos
que demuestran que esta atención, contacto físico, (incluyendo un largo periodo
de lactancia), etc., produce individuos emocionalmente más estables y seguros
de sí mismos.
En la cultura gitana, la familia es lo único, lo más importante en primer análisis y en todos los que vengan después, porque todo lo demás es un rollo en comparación. En el momento en que cualquier factor deteriore o amenace deteriorar la unión y el amor filial, en ese momento se le declara anti-gitano y se rechaza.
Qué tan importante no será este concepto de la familia que las fuerzas del Mal lo han entendido a la perfección y tan pronto como entran en poder (tal como los Nazis o la China comunista) lo primero que hacen es destruir a la familia y suplantarla por el Estado.
Irónicamente a esto se le llama colectivismo y es por eso que en principio rechacé este término.
En nuestra circularidad, la adhesividad familiar y el cariño tienen también funciones prácticas. Por ejemplo, en culturas lineales, cuando a un gachó le entra cualquier gilinea enseguida va a un terapeuta para que lo cure o le dé una pastilla. Entre nosotros siempre hay un tío, una hermana, un abuelo que enseguida nos pregona y nos pone más derecho que una vela. En el momento en que siquiera pensamos en hacer algo que no nos conviene, nos saltan con eso de…Pero, ¿tú estás chalao o qué? Y así nos inculcan vergüenza o miedo a la desaprobación familiar.
Este es un proceso continuo que ocurre en la vida del gitano de forma natural. Durante la comunicación diaria con la familia se van aclarando y refinando valores, se van apaciguando miedos y preocupaciones. Las frustraciones son mundanas y no llegan a más. Y como consecuencia, es raro que un gitano se vuelva loco y le dé por matar a catorce.
En otras culturas no es tan raro. Por tanto algo tenemos que es demasiado bueno para perderlo.
Pero eso no quiere decir que no deberíamos perder ciertas cosas.
Desgraciadamente el Mundo tiende cada vez más a ser lineal. El gitano tiene que seguir adaptándose a las circunstancias. No podemos sobrevivir en un mundo individualista si seguimos a rajatabla costumbres arcaicas. La rueda de nuestro carro debe representar también movimiento. Es decir, la cultura puede ser más o menos hermética pero al mismo tiempo dinámica. Recordemos que la rueda de un carro no cambia ni en forma ni en sustancia simplemente porque se mueva. De hecho, el movimiento es parte integral de su naturaleza.
Por eso, la cultura, nuestra cultura, puede avanzar, retroceder o quedarse estancada. En ninguno de los tres casos pierde su forma. En otras palabras: Los gitanos pueden levantar esa rueda del carro, sacarla del fango, avanzarla, sin que por ello dejen de ser gitanos. Uso este lenguaje simbólico con la esperanza de comunicar mejor lo que yo creo es la realidad actual gitana, el problema fundamental que se plantean muchos gitanos, aunque sea de forma subconsciente. ¿Cómo podemos integrarnos en la sociedad mayoritaria sin perder nuestra gitanidad?
En la cultura gitana, la familia es lo único, lo más importante en primer análisis y en todos los que vengan después, porque todo lo demás es un rollo en comparación. En el momento en que cualquier factor deteriore o amenace deteriorar la unión y el amor filial, en ese momento se le declara anti-gitano y se rechaza.
Qué tan importante no será este concepto de la familia que las fuerzas del Mal lo han entendido a la perfección y tan pronto como entran en poder (tal como los Nazis o la China comunista) lo primero que hacen es destruir a la familia y suplantarla por el Estado.
Irónicamente a esto se le llama colectivismo y es por eso que en principio rechacé este término.
En nuestra circularidad, la adhesividad familiar y el cariño tienen también funciones prácticas. Por ejemplo, en culturas lineales, cuando a un gachó le entra cualquier gilinea enseguida va a un terapeuta para que lo cure o le dé una pastilla. Entre nosotros siempre hay un tío, una hermana, un abuelo que enseguida nos pregona y nos pone más derecho que una vela. En el momento en que siquiera pensamos en hacer algo que no nos conviene, nos saltan con eso de…Pero, ¿tú estás chalao o qué? Y así nos inculcan vergüenza o miedo a la desaprobación familiar.
Este es un proceso continuo que ocurre en la vida del gitano de forma natural. Durante la comunicación diaria con la familia se van aclarando y refinando valores, se van apaciguando miedos y preocupaciones. Las frustraciones son mundanas y no llegan a más. Y como consecuencia, es raro que un gitano se vuelva loco y le dé por matar a catorce.
En otras culturas no es tan raro. Por tanto algo tenemos que es demasiado bueno para perderlo.
Pero eso no quiere decir que no deberíamos perder ciertas cosas.
Desgraciadamente el Mundo tiende cada vez más a ser lineal. El gitano tiene que seguir adaptándose a las circunstancias. No podemos sobrevivir en un mundo individualista si seguimos a rajatabla costumbres arcaicas. La rueda de nuestro carro debe representar también movimiento. Es decir, la cultura puede ser más o menos hermética pero al mismo tiempo dinámica. Recordemos que la rueda de un carro no cambia ni en forma ni en sustancia simplemente porque se mueva. De hecho, el movimiento es parte integral de su naturaleza.
Por eso, la cultura, nuestra cultura, puede avanzar, retroceder o quedarse estancada. En ninguno de los tres casos pierde su forma. En otras palabras: Los gitanos pueden levantar esa rueda del carro, sacarla del fango, avanzarla, sin que por ello dejen de ser gitanos. Uso este lenguaje simbólico con la esperanza de comunicar mejor lo que yo creo es la realidad actual gitana, el problema fundamental que se plantean muchos gitanos, aunque sea de forma subconsciente. ¿Cómo podemos integrarnos en la sociedad mayoritaria sin perder nuestra gitanidad?
Fácil, en cuanto
a la respuesta: Nos la metemos en el bolsillo. Donde vayamos nosotros, va ella.
Y como un carné de identidad espiritual, la sacamos tantas y cuantas veces sean
necesarias.
Difícil, si esa
gitaneidad es demasiado grande para nuestro bolsillo. Por eso, lo primero que
tenemos que hacer es definirla bien para ver cuántos elementos superfluos
podríamos eliminar.
¿En qué consiste
esa gitanidad? En costumbres y tradiciones, en valores éticos y espirituales,
en una forma de ver y enfrentar la vida. En otras palabras, tenemos una gran
cantidad de cacharros que llevarnos al carro, algunos imprescindibles, pero algunos
también desechables.
En estos últimos podemos encontrar costumbres gitanas que se adquirieron por culpa de circunstancias históricas, pero hoy día pueden considerarse como anacronismos románticos, pero innecesarios.
En estos últimos podemos encontrar costumbres gitanas que se adquirieron por culpa de circunstancias históricas, pero hoy día pueden considerarse como anacronismos románticos, pero innecesarios.
Un ejemplo obvio
y gastado es la tradicional boda gitana. Aunque el ritual de la boda en sí no
interfiere con una integración en la vida social de la comunidad mayoritaria,
si esta costumbre permaneciera en efecto y se llevara a rajatabla, fácilmente
perjudicaría al desarrollo de la mujer gitana.
La tradición, en
realidad, no es la ceremonia de la boda sino el valor otorgado a la virginidad
de la mujer. No importa si algún día se pierde por completo el ritual del
pañuelo, nunca se perderá lo verdaderamente gitano: La vergüenza que la
promiscuidad sexual acarrea a la familia.
Y reconocemos que se aplica injustamente solamente a la mujer, porque ella es la que tiene más que perder. Pero lo importante es reconocer cuales son los valores que esta tradición guarda y conserva.
Y reconocemos que se aplica injustamente solamente a la mujer, porque ella es la que tiene más que perder. Pero lo importante es reconocer cuales son los valores que esta tradición guarda y conserva.
Hoy día hay
factores prácticos por los cuales no deberíamos animar el acto sexual
prematuro, muy especialmente si produce un embarazo inoportuno. Hay también
factores morales, éticos y médicos, riesgos innecesarios y que todos conocemos.
Desgraciadamente en este asunto siempre lleva la peor parte la mujer gitana. Pero al mismo tiempo que no deberíamos exigir una virginidad, sí podríamos esperarla. Creo que la mujer gitana que ya de por sí tiene mucho orgullo en su honra, no necesita el tener que demostrarla a cada momento.
Desgraciadamente en este asunto siempre lleva la peor parte la mujer gitana. Pero al mismo tiempo que no deberíamos exigir una virginidad, sí podríamos esperarla. Creo que la mujer gitana que ya de por sí tiene mucho orgullo en su honra, no necesita el tener que demostrarla a cada momento.
Esta es una de
las tradiciones que podrían quedar de una forma simbólica, totalmente
voluntaria y usando quizás otras formas más modernas de representarla.
Si realmente, cuando todos
estos problemas modernos se nos presentan, mirásemos a los pilares
fundamentales de la cultura, como son la devoción a la familia y el respeto a
los mayores, podríamos encontrar soluciones sin perder la verdadera gitanidad. Y
esto es lo que yo llamo; derivar integraciones.Dejémonos pues de anacronismos históricos que nos paralizan y no nos dejan sacar la rueda del fango. Esos cacharros ponen demasiado peso en el carro. Tenemos que decidir que aquí lo que importa es el carro, que siga rodando bien. Y si para ello tenemos que desprendernos de un trasto o dos, pues que así sea. Es hora.
Miguel Mendiola
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